Hacía mucho tiempo que ni comía ni preparaba risotto, y la verdad ya tenía ganas. Es un plato exquisito, que requiere algo de tiempo, ya que tienes que estar ahí para ir añadiendo el caldo cacito a cacito, pero merece la pena. Las veces que he comido risotto, siempre ha sido de setas, pero me he prometido a mi misma prepararlo de otras maneras, a la milanesa, con espárragos, gambas... En cuanto al queso decir que la mayoría de recetas de risotto llevan parmesano, pues bien, el queso de San Simón le da un toque espectacular, es un queso gallego ahumado que le aporta al risotto una cremosidad extra y un sabor indescriptible, hay que probarlo.
Ingredientes ( para 2 )
- 150 gr. de arroz arborio
- 150 gr. de setas de cardo
- 150 gr. de champiñones Portobello
- Caldo de verduras
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 30 gr. de mantequilla
- 60 gr. de queso San Simón rallado
Elaboración
Limpiamos las setas y las troceamos, picamos la cebolla y el ajo. En una cazuela ponemos un fondo generoso de aceite de oliva y pochamos la cebolla y el ajo, cuando empiecen a tomar color añadimos las setas y las sazonamos para que empiecen a soltar su jugo. Cuando las setas estén blanditas añadimos el arroz y removemos un par de minutos, le agregamos el vino y cuando se haya evaporado empezamos a añadir el caldo, que estará caliente, primero echamos un par de cucharones y según veamos que se va consumiendo le añadimos de uno en uno. La cantidad de caldo será de 4 partes por 1 de arroz, os recomiendo medir los 150 gr. de arroz en un vaso y multiplicar por 4 esa cantidad de caldo.
Cuando el arroz esté cocinado, al cabo de unos 20 minutos le agregamos la mantequilla y el queso rallado, mezclamos bien y dejamos reposar un par de minutos tapado. Servimos al momento.